Si se mirase la vida de Alpha Blondy desde alto en el cielo, sin duda parecería improbable o quizá milagrosa. Su vida es una historia épica que se inicia en los años 50 en la Costa de Ivori, para pasar después por Liberia y Estados Unidos.
En la mitad de los setenta, Blondy tuvo una auténtica revelación artística y espiritual mientras le empezaban a llegar los ritmos reggae provenientes del Caribe.
En los años 80 volvió a África para ser el primero en plantar la semilla explosiva del Reggae en el continente africano y empezar a ser considerado como un salvador o un rebelde con causa.
Con su música ha conseguido transcribir sus sueños de armonía y felicidad, no solo para África sino para todo el mundo. Además siempre ha ofrecido una vigilancia moral sobre las desigualdades y opresiones de su tierra, a partir de mensajes de paz y unidad en sus letras premonitorias, que han permitido sin duda anticipar el contacto y la mezcla musical y étnica que se proyecta sin fin en el futuro y en las nuevas generaciones.