La decadencia ha sido siempre la piedra angular del rock\'n\'roll. De actitudes descaradas, a altísimos riffs, el rock ha sido siempre indulgente con los placeres pecaminosos de la vida. Naturalmente, esto solo tiene sentido en determinadas personas personas, entre ellos los Backyard Babies. Estos cuatro músicos precedieron a cualquier revival reciente del rock cuando se unieron en 1989, antes de que empezara la invasión sueca de grupos como The Hives o The Hellacopters.
Tras su primer Ep en 1991,Something to Swallow, y su largo de 1994, Diesel and Power, el guitarrista Dregen pasó a formar también parte de los The Hellacopters. En 1998 volvieron con Total 13, al que seguirían Making Enemies (2001) y Stockholm Syndrome (2003), que ejemplificaba a la perfección lo que significa el rock\'n\'roll, con sus deliciosas canciones decadentes y su prepotente actitud. Los dos últimos discos supusieron sendos premios Grammy en su pais y el beneplácito de Velvet Revolver y AC/DC para abrir sus conciertos europeos, además de cimentar la reputación de la banda como un fuerza a tener en cuenta.
Ya en 2005 llegaron Tinnitus y Live Live in Paris, que les mantuvieron en la brecha hasta llegar a su último trabajo hasta la fecha: People like people like people like us. No se durmieron en los laureles y volvieron con un trabajo lleno de confianza en sí mismos y como una celebración de lo que son. El disco fue producido por Nicke Andersson (guitarrista de The Hellacopters) y, según la propia banda, era un material más dinámico con un sonido mucho más modulado en el que Nicke les ha enseñado a tocar juntos. Pero al mismo tiempo, su inquietud le ha dado al álbum un sonido honesto y simple.