Queridos amigos y enemigos:
El camino recorrido para que este disco llegue a vuestros ojos y oídos ha sido largo, accidentado y lleno de aventuras. Tras más de 4 años fuera de la escena, aquí tenéis Fotografiando al corazón, mi último disco elaborado casi en su totalidad en México, aunque no se adviertan claras reminiscencias de la música que allí se practica. Estilísticamente hablando es una obra bastarda, que escapa a cualquier denominación. Pero sí podríamos hablar de un disco de canciones de amor y de realidad.
Todo empezó en octubre de 2001 cuando llegué a México D.F. con intención de volver a componer canciones y hacer algunos conciertos. En enero de 2002 me encerré con un estudio portátil e instrumentos variados a acometer tan dura labor después de años apartado de la música. Sorprendentemente todo fue fluyendo a buen ritmo; el viaje a las costas del Pacífico que hice antes de empezar supongo que me ayudó, e inspiró, bastante. En marzo ya tenía 17 canciones acabadas, de las cuales deseché 4.
Un productor poco profesional nos tuvo 3 meses colgados en México de brazos cruzados y con la ansiedad a flor de piel. Pero a partir de descalificar a este hombre como opción para registrar las canciones, la cosa empezó a cambiar. Por un lado, Paula y yo conseguimos una casita alejada del centro urbano del D.F, donde sentamos base de operaciones. Y por otro, conocimos a Gerry Rosado, propietario de Zona de Intolerancia, el estudio donde finalmente grabamos y mezclamos Fotografiando al corazón.
Entramos al estudio en octubre de 2002. Desarrollamos un trabajo minucioso y enorme, esta vez sin contratiempos. Hicimos el intento, durante el transcurso de la grabación, de buscar disquera en México, pero, a pesar de ser muy bien recibidos en todas, el llanto por la piratería allí tan arraigada era el denominador común en el discurso de todos los A&R\'s. Total, que nuestras miras se dirigieron a España. Una vez más llegué a un acuerdo con Alfonso Pérez de Dro East West, quizás la compañía que mejor me conoce como artista y la primera (entonces Gasa) que se atrevió a lanzar mis primeros discos y Arco iris de lágrimas.
El 11 de diciembre de 2002 volvimos a España con el disco grabado bajo el brazo, después de hacer otro concierto en Rockotitlán que nos dejó a todos muy buen sabor de boca. No me voy a extender hablando sobre Fotografiando al corazón porque la escucha de las canciones ha de decirlo todo. Sólo querría decir que éste es mi disco más sincero, el que habla más de la realidad, pero de una realidad tocada por la hermosura y a veces por el peligro, de las sensaciones de amor placenteras y ciertas pequeñas descripciones de la soledad y lo nocturno. Hay algunos matices subliminales de México; hay tópicos de la canción romántica y hay experimentos. He creado más que nunca una historia sentimental entre el ruido y la melodía. Es un disco en el que estoy, por primera vez, orgulloso de todos los temas. Sólo deseo que os haga sentir, que abráis vuestra diana emocional y que os dejéis disparar los dardos que salen de estas canciones.
Salud y libertad
Javier Corcobado