Hacía doce años que Jane Birkin no sacaba un disco, desde Enfant d’Hiver, editado en el 2008. Ahora vuelve con un trabajo con personalidad propia.
Por una parte, es el primero en el que incluye algunos temas en inglés (Ghosts, Catch me if you can…) y, por la otra, nos muestra a una Jane Birkin más allá del personaje que conocemos esencialmente a través de las canciones que le compuso el que fuera su compañero, Serge Gainsbourg.
Y es que en este disco encontraremos canciones escritas por la propia artista, que, como Cigarettes, nos muestran a una creadora de talento que, además, nos adentra en episodios tristes de su existencia como, en el caso de este tema, la muerte de su hija. También la figura de Gainsbourg sobrevuela, sentimental y musicalmente, este trabajo, en el que Birkin no se entrega a una tristeza gratuita, sino que parece sacar fuerzas de la adversidad.
El músico, compositor, actor e intérprete francés Étienne Daho, uno de los muchos herederos artísticos de la chanson française, se encarga de orquestar la vuelta a los escenarios de una Birkin que, en algunos casos, canta temas nuevos y, a veces, otros que creó hace cerca de veinte años.
El disco es, de hecho, un proyecto musical concebido por Daho, escrito por Jane Birkin y Étienne Daho en algunos casos, y compuesto y realizado por Étienne Daho y Jean-Louis Piérot.